Nos conocimos en nuestra residencia médica en Barcelona, aunque el destino quiso que cada uno estuviera en dos puntas de España: Alberto en Pamplona y Ángela en Valencia. Durante 2 años vivimos prácticamente una relación a distancia, haciendo grandes kilómetros para vernos los fines de semana. Autovías, trenes, vuelos... todo valía la pena por estar juntos.

Finalmente, al acabar nuestras etapas de formación, pudimos por fin iniciar una vida juntos entre Valencia y Barcelona, con ganas de emprender y avanzar como pareja.